viernes, 7 de octubre de 2011

Anfibología:

Se comete cuando un enunciado no es claro porque se le han suprimido algunos términos o los mismos tienen doble sentido. Tales falacias se producen dentro de un discurso o argumento deductivo en donde existen palabras, que, aún siendo las mismas, admiten significaciones diferentes, lo que implica ambigüedad en el lenguaje. Cuando esto se produce es muy posible que en el contexto de un razonamiento, nos encontremos con un argumento no válido (falacia no formal de ambigüedad) por contener palabras, que se usan con más de un sentido.


Ejemplo: si el enunciado “prohibido casarse a los hombres y mujeres menores de 14 años”, se extrae como conclusión que solo pueden casarse mujeres de más de 14 años, cometemos  la falacia de anfibología, porque estaríamos  interpretando el enunciado como una prohibición de casarse que se aplica a todos los hombres, cualquiera sea su edad y a las mujeres menores de 14.


. Equívoco:

Denominada también Homología u Homonimia. Se comete cuando un término es usado más de una vez dentro de un mismo enunciado pero con significados totalmente distintos.

Ejemplo:” El fin de una cosa es perfección, la muerte es el fin de la vida”; por lo tanto, la muerte es la perfección de la vida. Este razonamiento es falaz, porque  en él se hallan dos sentidos diferentes de la palabra fin. En uno se toma como objetivo y en otro como último suceso.


Falacia Argumentum ad Ignorantiam:

Este error lógico se comete cuando se razona en el sentido que si una posición no puede ser demostrada, la otra gana por defecto, siendo que podría haber más de dos posibles explicaciones, sin haber evidencia independiente disponible.

Un claro ejemplo ejemplo de esta falacia es si dijera: “Debe haber fantasmas porque nadie ha podido demostrar nunca que no los hay”.


Falacias de atingencia:

 Es la falta de conexión lógica entre premisas y conclusión.

Ejemplo: “Me di cuenta de que las carnes rojas me hacen mal, así que me voy a jugar al futbol”.


Ad baculum

 Esto significa Bastón, hace referencia a aquellos argumentos que apelan a la fuerza o poder. Se usa cuando faltan argumentos racionales.

Ejemplo: En la reunión de “Los tres grandes” en Yalta, al fin de la Segunda Guerra Mundial, informaron que el papa sugería un curso de un curso de acción, por eso Stalin, en desacuerdo, preguntó:” ¿Y cuántas divisiones dice usted que tiene el Papa para el combate?

 

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